La situación, caldeada al máximo, llegó hoy a su apogeo cuando el Gobierno ecuatoriano anunció que da asilo al australiano Julian Assange.
Según Londres, la preparación de un escándalo internacional no tiene nada que ver con los miles de cables secretos, publicados por el sitio WikiLeaks a partir el año 2010, cables que abrieron los ojos de millones de ciudadanos a las políticas sucias de sus Gobiernos y sobre todo EE.UU. .
Si se acepta la versión londinense de que todos estos hechos no tienen ninguna relación con aquellos sucesos, entonces toda la situación actual se puede ser vista por muchos como una historia surrealista. Si recuerda todo el proceso desde el mismo inicio, Assange está sospechado de abusos sexuales: de tener sexo sin protección y sin el consentimiento de sus 'parejas'.
Efecto mariposa
Anna Ardin y Sofia Wilen son los nombres de las mujeres que han logrado atrapar al hombre con el que ni siquiera EE.UU. pudo. Ambas hacían amor con el australiano y, según denuncia WikiLeaks, lo hacían con mucho gusto. Los activistas del sitio disponen de los mensajes de SMS que ambas acusadoras le enviaron a Assange y son todas admiraciones. No obstante, ambas mujeres pasado cierto tiempo, decidieron que Julian Assange abusó de ellas.De hecho Julian Assange no ha sido ni sentenciado, ni siquiera acusado formalmente. Lo único para que Suecia exigiera su deportación fue entrevistarlo para seguir con el proceso penal. Luego, la violación de la ley de la fianza y otras infracciones formales como una bola de nieve llevaron a que el destino del periodista e informático está pendiente de un hilo.
Es decir, de hecho, -si se mira la situación desde el punto de vista Occidental que rechaza la existencia de razones políticas,- un hombre que tuvo sexo sin protección primero acabó en la misma lista de la Interpol en la que figuran narcobarones mexicanos y otros delincuentes y luego provocó un escándalo diplomático entre dos países.
Activista de WikiLeaks a RT: "No callamos pase lo que pase con nuestro editor jefe"
Una activista de amigos de WikILeaks de Rusia que quiso guardar anonimato denunció a RT las barbaridades de la campaña armada contra Assange.“El caso de Julian Assange es absurdo desde el inicio. Escuchamos a diario declaraciones falsas sobre él, como lo de las acusaciones. ¡No hay ninguna acusación contra Julian Assange en ningún país del mundo! Hubo dos denuncias contra él, pero a falta de pruebas no pueden acusarlo de nada. Otra mentira que difunden los medios y los políticos es que huyó de Suecia después de estos acontecimientos. ¡Falso! Obtuvo permiso de la fiscalía sueca para ello”, dije.
La activista subrayó que a pesar de la campaña que Londres, Washington y Estocolmo desataron contra el periodista, “fíjate cuánto apoyo recibe. Cada vez más seguidores, en Internet y frente a la embajada. De hecho cada rumor sobre Julian Assange en unos minutos se convierte en tendencia mundial en Twitter. Así que la estrategia de ennegrecerle ante la sociedad no funciona”.
“El caso sí es político”, está segura ella, igual que millones de simpatizantes de Assange y muchos de los que solo siguen la situación por todo el mundo. “En Estados Unidos los políticos, no los ciudadanos comunes y corrientes, no los activistas de Internet, sino políticos llaman a matar a tiros al periodista. Y ahora dicen que no es un caso político. Imagínense a los policías de Londres amenazando con irrumpir dentro de la Embajada de un país por un hombre, cuya máxima acusación es que violó las condiciones de su fianza. ¿Qué condiciones fueron? Paso más de 500 días encerrado en una casa en Gran Bretaña sin ser acusado de nada. Es como si yo le digo a un fiscal que usted es culpable de robo. Y sin ninguna prueba, sin interrogarlo, sin investigación a usted lo encierran por largos meses”.
“Es así que las potencias mundiales albergan a criminales de guerra de otros países, orquestan revueltas y golpes de estado en todo el mundo. Y no quieren que alguien se entere de eso. Pero les digo una cosa. El mundo antes de WikiLeaks y el mundo después, son distintos. Nunca volverá a ser el mismo. Con el ejemplo de Julian Assange ya sabemos que merece la pena luchar por la verdad y que existen maneras de hacerlo. WikiLeaks no se callará pase lo que pase con su editor jefe. La verdad ya salió a la luz y no la podréis esconder”, promete la activista. Natalia Serduk
RT, Moscú