El Gobierno israelí vuelve a insistir en la necesidad de atacar a Irán

Un ataque preventivo contra las instalaciones nucleares de Irán vale la pena, aunque no las eliminara por completo, ha vuelto a insistir el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
“En cualquier caso, la realización del programa nuclear iraní se verá demorada para varios años”, acentuó Netanyahu ante sus partidarios, según recoge el diario The Jerusalem Post. Según el primer ministro, incluso el año o dos que Teherán necesitará después de la intervención israelí para volver a alcanzar el mismo nivel de progreso que tienen ahora en el desarrollo de armas nucleares, pueden resultar decisivos. Subrayó que durante este tiempo en la República Islámica puede haber cambios políticos o aparecer nuevos factores, ahora imprevisibles, que influirán en la situación en toda la región.

Sin embargo el presidente del país, Shimon Peres, cuyo puesto es más bien simbólico en la estructura política israelí, se opone drásticamente a esta iniciativa. En la entrevista que concedió el 16 de agosto al canal israelí Canal 2 con motivo de su 89 cumpleaños, condenó un ataque independiente contra Irán por parte de Israel. Acentuó que la comunidad internacional es consciente de la amenaza que representa el programa nuclear iraní y que este problema puede ser resuelto solo en coordinación con todos los países del mundo.

Mientras tanto, la postura beligerante hacia Teherán que sostienen el primer ministro Benjamin Netanyahu y el titular de Defensa, Ehud Barak, divide a la sociedad israelí. Según los sondeos del Instituto Dahaf realizados a principios de agosto, solo un 27% de los ciudadanos del país opina que Jerusalén tiene que emprender un ataque independiente contra las instalaciones nucleares iraníes. Un 61% de la población se muestra en contra de esta iniciativa. La campaña de protesta pública contra una eventual guerra con la República Islámica de Irán toma velocidad. Bajo el lema ‘¡No bombardeen! ¡Negocien!’, sus participantes se dirigen tanto a las autoridades del país, como a los efectivos del Ejército, en primer lugar a los pilotos, que serían los ejecutores inmediatos de un posible ataque.