Parece que la ruta Amsterdam – Detroit de la línea aérea Delta trae mala suerte a sus pasajeros.
Apenas los aeropuertos de los cinco continentes declararon que están aumentando las medidas de seguridad a causa del atentado fallido el 25 de diciembre a bordo del avión de la compañía Delta que se dirigía de Amsterdam a Detroit, una nueva alarma vuelve a poner a prueba los nervios de los viajeros de todo el mundo.
El 27 de diciembre, un pasajero de otra aeronave de Delta-Northwest Airlines que seguía la misma ruta con 255 personas a bordo, fue detenido y conducido a la oficina de policía en la ciudad de destino.
Esta vez la alarma se disparó por el comportamiento de un pasajero (también nigeriano, como el terrorista frustrado del vuelo del 25 de diciembre) que una hora antes de la llegada mostró una conducta inadecuada y se encerró en el cuarto de baño. La tripulación de la aeronave decidió tomar medidas de emergencia y pidió ayuda al controlador aéreo. Apenas el avión aterrizó, el pasajero sospechoso fue detenido.
Según los datos preliminares que se manejan por el momento, el supuesto terrorista resultó ser un hombre de negocios que se había sentido indispuesto durante el vuelo. La policía de Detroit no descubrió ningún tipo de explosivos en su poder, ni en sus equipajes tampoco.
El avión fue desplazado a la parte más lejana y aislada del aeropuerto para investigar con toda la minuciosidad posible de qué se trataba en realidad: un mero ataque de pánico por parte de los tripulantes provocado por el estado de nervios a causa de lo sucedido el día 25 o un nuevo intento del atentado terrorista. Las investigaciones demostrarán si funcionan las medidas de seguridad adicionales aplicadas tras el fallido acto terrorista del pasado día de Navidad.
En vísperas del incidente, Barack Obama mandó revisar globalmente el sistema vigente de controles de transportes aéreos y todas las regulaciones destinadas a garantizar la seguridad de los vuelos con el propósito de averiguar cómo una persona con armas químicas y relacionada previamente con una trama terrorista, pudo subir a bordo de la aeronave.
Las autoridades estadounidenses comentan que el imputado por el intento de atentar contra el avión el pasado miércoles, Umar Farouk Abdulmutallab, un nigeriano residente en Londres, estuvo en la lista de sospechosos de tener conexiones terroristas (Terrorist Identities Datamart Environment List), que cuenta con más de 550.000 de apellidos.
Pero estar incluido en esta lista no implica la prohibición de volar y, lo que resultó más preocupante para el presidente, tampoco supone aplicar automáticamente unas inspecciones o registros más minuciosos de esta persona en los aeropuertos. Obama ordenó investigar cuáles de los inscritos habían sido sometidos en realidad a controles más severos antes de subir a bordo.
El líder estadounidense, que actualmente está de vacaciones de Navidad en Hawái, mantiene reuniones regulares con los miembros del Consejo de Seguridad Nacional para seguir las investigaciones, según la portavoz de la Casa Blanca.