Ante un escenario semejante, la parte estadounidense consideraría insuficiente crear una zona de exclusión aérea (punto vetado por Rusia y China en la ONU) y acabar con este arsenal desde el aire mediante bombardeos, lo que además conllevaría riesgo para la salud de población y para el medioambiente.
En el peor de los casos (para prevenir saqueos y pillaje de sustancias letales) se prevé enviar entre 50.000 y 60.000 soldados, explicaron las fuentes, para que tomen el control de los arsenales peligrosas. Aunque EE.UU. niega la existencia de estos informes, así como la posibilidad de una intervención extranjera directa en Siria, algunos analistas ligan el creciente interés hacia este tipo de armas en Siria con la guerra en Irak, cuando Washington denunció la presencia de armas de destrucción masiva que en realidad no existían.
El viejo pretexto de las armas
Todas estas razones que baraja Washington para justificar la necesidad de asegurar los arsenales de Al Assad “podría ser una nueva maniobra para intentar la invasión de Siria, como ocurrió en Irak”, es decir "justificar lo que la OTAN pretende desde hace tiempo", opina Ángeles Maestro, integrante de la plataforma 'No a la Guerra Imperialista'.Además, la experta advierte del incremento de la “manipulación informativa”, que “alcanza proporciones exageradas”, y cuyo objetivo es “destruir el Ejército legítimo de Siria y el Gobierno legítimo de Siria”.
Cabe mencionar que no sólo Estados Unidos vende la piel del ‘oso sirio’ antes de matarlo. No en vano, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo el domingo que Tel Aviv “tendrá que reaccionar” para asegurar los arsenales sirios caso de que caiga el régimen sirio.
Paralelamente, tanto Israel como EE.UU. declaran oficialmente que, por el momento, el Gobierno de Al Assad mantiene el control de sus armas.