La jornada marca el fin del ramadán, que conmemora la revelación del Corán al profeta Mahoma en el año 610 d.C. y prohíbe a un musulmán adulto y sano comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales entre el alba y el ocaso a lo largo de este mes.
Las celebraciones empezaron con una oración especial. En las cuatro mezquitas principales de Moscú, como ya se preveía, no caben todos, por lo que se cortó previamente el tráfico en las calles adyacentes a las mezquitas para que los creyentes extendieran sus alfombras de oración para practicar el salat solemne del Eid. La oración se transmitió a través de altavoces.
Otras costumbres indispensables del festejo son lucir ropa nueva o la mejor que se tenga, decorar también las casas, visitar a los familiares, hacer regalos y dar productos y limosna a los más pobres. La limosna deben darla todos los que tengan más bienes de los que se necesitan para sobrevivir. La comida durante la jornada debe ser abundante, con muchas frutas y dulces, para garantizar que a lo largo del año la mesa será rica.
RIA Novosti / Ruslán Krivobok
RIA Novosti / Vladímir Astapkóvich
RIA Novosti / Kiril Kalínikov
RIA Novosti / Vladímir Astapkóvich
RIA Novosti / Vladímir Astapkóvich