El Papa vuelve a darse un baño de multitudes tras el incidente navideño
El Papa Benedicto XVI se reunió con sus parroquianos por primera vez desde que fuera empujado durante la Misa del Gallo en la Basílica de San Pedro.
El domingo 27 de noviembre, el Papa almorzó con 150 pobres e indigentes en un comedor de beneficencia de Roma, con ocasión de la Fiesta de la Sagrada Familia.
Para este evento, el Santo Padre llegó a la Comunidad de San Egidio. El Pontífice compartió allí el almuerzo con los indigentes que son asistidos por esta comunidad en el distrito romano de Trastevere. La “reaparición” del Papa después de Nochebuena ha estado rodeada de grandes medidas de seguridad.
Antes de entrar al comedor, el Pontífice se detuvo, bajo la atenta mirada de los agentes de seguridad italianos y vaticanos, para saludar a la multitud que se había congregado a las puertas de la organización benéfica.
A continuación, Benedicto XVI compartió mesa con una mujer afgana musulmana y una familia rumana ortodoxa. En un breve discurso, el Papa aseguró que nadie debería ser marginado o abandonado a su suerte.
Al finalizar el almuerzo, el Papa reconoció que ese comedor recibe a “un gran número de personas de diversos países marcadas por la necesidad”, las cuales se unen “para encontrar una ayuda y descubrir la luz”.
“El amor une a todos y todos debemos aprender y practicar cada vez más la civilización del amor”, agregó.
Antes de regresar al Vaticano, el Santo Padre repartió dulces y regalos entre los niños presentes.
Es la primera vez que el Pontífice abandona el Vaticano después del incidente que ocurrió en la Nochebuena. Susanna Maiolo, la mujer italiano-suiza de 25 años que empujó y tiró al suelo al Papa, permanece detenida en un centro psiquiátrico. “No quería hacer daño al Santo Padre”, aseguró la joven al personal del hospital después del incidente.
Los médicos que atendieron a Susanna indicaron que la mujer sufre “problemas psíquicos” y calificaron su personalidad como “inestable”. La joven fue trasladada del servicio psiquiátrico del hospital Santo Spirito de la capital italiana, donde fue conducida en un primer momento, al del hospital Angelucci de Subiaco, 70 km al este de Roma.
El cardenal francés Roger Etchegaray, de 87 años, fue ingresado en el hospital Gemelli, en Roma. El cardenal, que también se fue al suelo y resultó herido a causa del empujón con el que la joven hizo caer al Papa, será operado de la cadera. Los médicos le implantarán una prótesis de cadera, indicó el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano.