Al hablar en una rueda de prensa en Quito este domingo, Correa arremetió contra algunos medios de información que critican la expansión de las relaciones económicas con Teherán y califican de “peligro” la negociación con la República Islámica.
Ante las críticas de la legisladora opositora Betty Amores y del presidente de la Federación de Cámaras de Comercio, Blasco Peñaherrera, el mandatario aseguró que la venta de bananos no debe conmocionar a nadie.
En una clara alusión a posibles acusaciones por parte de EE.UU., Correa agregó que su administración busca el “beneficio del pueblo ecuatoriano, sin tener que pedirle permiso a nadie, porque no creemos en patrones, ya que Ecuador es un país soberano y digno”.
El mandatario recordó que actualmente el intercambio comercial entre ambos países se sitúa en torno a una modesta cifra de tan sólo 1,2 millones de dólares.