Emmerson destacó que es difícil determinar la legalidad o la ilegalidad de los ataques efectuados por los aviones no tripulados estadounidenses, debido a la falta de información. El representante de la ONU recomendó que los países que posean la tecnología para realizar operaciones con la ayuda de ese tipo de aparatos sean objeto de una investigación imparcial después de cada ataque mortal. Si estos países no establecen un mecanismo de investigación abierta de dichos incidentes, Emmerson recomendará que tales mecanismos sean impuestos a través del Consejo de Derechos Humanos de la ONU o a través de la Asamblea General del organismo.
El representante especial de la ONU apuntó que desde que Barack Obama llegó al poder en 2009, alrededor de 2.500 personas murieron como consecuencia de los ataques de los drones estadounidenses. Asimismo, Emmerson señaló que el programa de drones fue lanzado por el presidente anterior de EE.UU., George W. Bush, pero los ataques se intensificaron con la llegada a la Casa Blanca del actual mandatario.
Según el representante de la ONU, los aviones no tripulados estadounidenses realizan misiones militares de reconocimiento y liquidación de blancos físicos en países tales como Pakistán, Afganistán,Yemen y Somalia.
Aunque EE.UU. afirma que los ataques con drones están dirigidos a terroristas y miembros de grupos extremistas, en muchas ocasiones han apuntado a civiles.
Emmerson señaló que varios países y organizaciones de derechos humanos ya demandaron a EE.UU. por los ataques de sus aviones no tripulados. Asimismo apuntó que está redactando un informe sobre esa cuestión que será presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en marzo de 2013.