Según fuentes del Pentágono citadas por el periódico 'Los Angeles Times', el plan se centra mayormente en la protección y la destrucción de todo depósito de armas químicas antes de que caiga en manos de los rebeldes. El mayor temor lo provocan en este sentido las milicias alineadas con Al Qaeda, Hezbolá y otros grupos radicales.
Hasta el momento los arsenales han estado bajo vigilancia de las tropas leales al presidente Bashar al Assad y no corrían ningún riesgo de caer en manos de las fuerzas antigubernamentales, admiten los peritos militares.
"Asegurar esos sitios probablemente implicaría incursiones sigilosas por parte de equipos de operaciones especiales, entrenados para manejar ese tipo de armas, y ataques aéreos de precisión para incinerar los productos químicos sin dispersarlos en el aire", asegura el rotativo con referencia a unos oficiales. Revela además que los satélites y los vehículos no tripulados estadounidenses "ya mantienen una parcial vigilancia" de los arsenales sirios.
Las agencias de inteligencia estadounidenses creen que Siria ha fabricado o adquirido cientos de toneladas de sarín (gas nervioso) y de gas mostaza (sustancia vesicante). Además, sostienen que fuerzas sirias han procurado desarrollar el potente agente nervioso conocido como VX. La toxicidad de algunas de esas sustancias químicas se degrada considerablemente con el tiempo, por tanto los expertos consideran difícil apreciar lo letal que son dichas reservas.
Acorde a un informe del director de la Inteligencia Nacional de EE.UU., James Clapper, para hacer uso de los arsenales de armas químicas en Siria podrían servir las bombas de aviación, misiles balísticos y artillería. Pero el Gobierno sirio aseguró que jamás las emplearía contra civiles y solo podría hacerlo en caso de una agresión bélica del exterior.
A su vez, el analista político Rómulo Pardo Silva considera "el estigma de las armas químicas" como propaganda y pretexto para un asalto planteado con antelación. EE.UU. tenía ya en el año 2001 el plan del Pentágono para el control e intervención militar en Siria, dice el experto. A su juicio, lo había preparado persiguiendo sus "intereses en la riqueza, en los recursos naturales y en el control de la supremacía global".