Así lo asegura la agencia Reuters, que cita varias fuentes diplomáticas. Según se informa las nuevas máquinas, que aún no se encuentran en funcionamiento, están ubicadas en las profundidades de una montaña en busca de protegerlas contra cualquier ataque enemigo.
La agencia subraya que en el caso de ser confirmada la información sobre esta supuesta expansión de la capacidad nuclear iraní, el hecho podría ser considerado como una señal más del continuo desafío de Teherán a las exigencias internacionales que buscan que Irán detenga su programa nuclear que, según afirma la propia República Islámica, únicamente tiene fines pacíficos.
Por otra parte, a finales del pasado mes de julio se dio a conocer que EE.UU. preparó su 'destructora de búnkeres', la mayor bomba convencional jamás construida, para infligir severos daños a sus enemigos.
Se trata de la modernizada bomba de penetración profunda GBU-57 (MOP, por sus siglas en inglés) que tras unos años de desarrollo ha llegado a ser apta para entrar en servicio, según el secretario de la Fuerza Aérea de EE.UU., Michael Donley.
Aunque el Pentágono no especifica el blanco concreto de la bomba, fuentes militares reiteradamente declararon que el arma se estaba construyendo especialmente para atacar a Fordow. Ubicada al menos a 70 metros bajo tierra, Irán califica a esa planta como impenetrable a potenciales ataques como parte de la confrontación por su programa nuclear.