Teniendo en cuenta que el volumen del intercambio comercial entre los dos países no es grande, estos datos levantaron sospechas entre los países occidentales sobre que las autoridades traten de ayudar de este modo a la República Islámica a eludir las sanciones financieras impuestas por EE.UU. y la Unión Europea.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se muestra dispuesto a estrechar las relaciones económicas y diplomáticas con Irán pese a las sanciones lideradas por Occidente. El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, visitó Quito durante una gira por cuatro naciones de América Latina el pasado mes de enero. Durante esta visita, ambos países se comprometieron a construir una refinería conjuntamente, entre otros acuerdos.
Además en julio de este año las autoridades ecuatorianas estaban considerando la posibilidad de comprar a Irán petróleo por valor de 400 millones de dólares. EE.UU. reaccionó a esta noticia advirtiendo a Ecuador del "riesgo" de sanciones que se cierne sobre su país por sus acuerdos comerciales y financieros con Irán y por su cooperación petrolera.
EE.UU. y las naciones occidentales están presionando a Irán con sanciones de todo tipo, empezando por las financieras y el embargo a las importaciones del crudo iraní, para obligar a la nación persa a que abandone su programa nuclear, que según afirman las potencias occidentales, está dirigido a la creación de una bomba atómica. Por su parte, Teherán rechaza todas las acusaciones y asegura que su programa tiene fines totalmente pacíficos y para un uso civil y no militar de la energía.