Salehi hizo también un llamamiento a la solidaridad de los Países No Alineados ante las sanciones unilaterales impuestas por EE.UU. y sus aliados para impedir el desarrollo del programa nuclear iraní, a la vez que lamentó que en las relaciones internacionales se aplique con frecuencia una política “egoísta e intervencionista”.
Además, el canciller iraní aludió a la reforma de Naciones Unidas, haciendo una llamada a emprender "cambios esenciales" en referencia al Consejo de Seguridad de la ONU y al poder de sus miembros permanentes.
Uno de los temas centrales de la Cumbre, que tendrá lugar en Teherán los días 30 y 31 de agosto, será el sangriento conflicto sirio, en el que Irán apoya a las fuerzas del presidente Bashar al Assad que luchan contra grupos armados de la oposición.
Se informa también que Irán mostrará sus instalaciones nucleares a los países miembros del organismo. Tales visitas a los sitios del programa nuclear iraní han de fomentar la confianza de los países no alineados respecto a las intenciones pacíficas del plan nuclear de Teherán, opina Luciano Zaccara, director del Observatorio político-electoral del mundo árabe musulmán. El experto agrega que, de este modo, se fortalecerá la cooperación en el grupo.
Este año Irán ocupará la Presidencia del Movimiento, fundado formalmente en 1961. El organismo reúne a casi dos tercios de los estados miembros de la ONU que representan a algo más de la mitad de la población mundial.
La presencia del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y del nuevo presidente de Egipto, Mohamed Mursi, primer mandatario egipcio en visitar el país desde la revolución islámica de 1979, darán un peso diplomático especial a la Cumbre.