Los soldados fueron sancionados por la quema equivocada de coranes a principios de este año en una base de EE.UU. en Afganistán, y los infantes de Marina fueron castigados por su participación en un video que mostraba a uniformados orinando sobre los cadáveres de insurgentes talibanes.
En febrero en la base aérea de Bagram los militares norteamericanos quemaron libros religiosos, entre los que había decenas de ejemplares del Corán, el libro sagrado de los musulmanes. El incidente provocó un tremendo descontento en el mundo musulmán y aun más deterioro en las relaciones entre EE. UU. y Afganistán. En aquel entonces el presidente Obama y el secretario de Defensa, Leon Panetta, se disculparon por la conducta de los militares. Cuando el incidente salió a la luz, el Pentágono inició una investigación.
Los castigos exactos no se han dado a conocer este lunes, aunque es posible que la falta de cargos penales provoque protestas en Afganistán. Las sanciones administrativas pueden incluir descensos en el escalafón, aumento en sus funciones, disminución de sueldo o una amonestación en su expediente. También podrían detener cualquier ascenso futuro y poner fin a su carrera militar.