Según el comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido, el primer ministro del país, Gordon Brown, censuró la ejecución del británico Akmal Shaikh, en términos muy duros. "Condeno la ejecución de Akmal Shaikh de la forma más contundente y estoy consternado y decepcionado porque nuestras insistentes peticiones de clemencia, no han sido atendidas", subrayó Brown.
La ejecución se llevó a cabo a pesar de las numerosas peticiones de indulgencia que los familiares del reo, el Gobierno británico, la ONU y la organización no gubernamental Reprieve, -la cual provee de soporte legal a los condenados en el corredor de la muerte-, dirigieron a la Justicia china. Durante los últimos seis meses el propio Ministerio de Relaciones Exteriores de Reino Unido remitió diez interpelaciones solictando la revisión de la causa, la última un día antes de hacerse efectiva la sentencia.
Shaikh fue arrestado en 2007 en posesión de 4 kilos de heroína en el aeropuerto de Urumquí en el noroeste de China, a donde llegó procedente de Dushanbé, la capital de Tayikistán, país centroasiático antigua república de la URSS. Fue condenado a muerte en 2008, pues la ley china presupone la pena capital para aquellos que sean detenidos con una cantidad de droga superior a 50 gramos.
Su defensa sostuvo que Shaikh, padeciendo de una enfermedad mental, fue involucrado inconscientemente en el transporte de drogas, pero la parte china calificó los testimonios de sus problemas psicológicos como “insuficientes”.
Akmal Shaikh es el primer ciudadano de la Unión Europea que recibie la pena capital en este país asiático en los últimos 60. El anterior europeo ejecutado en China fue el italiano Antonio Riva, héroe de la Primera Guerra Mundial, quien fue acusado de participar en un complot para asesinar al entonces dirigente chino, Mao Zedong.