El tribunal fue "persuadido por la totalidad de la evidencia de que el plan fue aprobado con la intención de discriminar", según el fallo. Tuvimos "pruebas suficientes para concluir que el Plan del Congreso fue motivado, al menos en parte, por una intención discriminatoria", según el tribunal.
El procurador general de Texas, Greg Abbott, reaccionó de inmediato a través de su cuenta de Twitter y aseguró que el estado recurrirá a la Corte Suprema. Texas, gobernado por los republicanos, es uno de los estados con antecedentes de discriminación que tiene que tener la aprobación federal para cualquier cambio en las leyes electorales y los mapas políticos.
"La decisión de hoy amplía la Ley de Derechos Electorales más allá de los límites previstos por el Congreso y más allá de los límites impuestos por la Constitución. La Oficina del Procurador General continuará defendiendo los mapas promulgados por la Legislatura de Texas y de inmediato tomará medidas para apelar esta decisión errónea al Tribunal Supremo", aseguró su oficina.
Texas incumple los derechos de las minorías
El tribunal, por su parte, consideró que "Texas ha incumplido con su obligación de demostrar que la redistribución de los mapas de distrito no tienen el propósito o el efecto de negar o coartar el derecho al voto por motivos de raza, color o pertenencia a un grupo minoritario", como indica el artículo 5 de la Ley de Derechos Electorales.
La manera en la que Texas reelaboró sus nuevas demarcaciones políticas fue observada muy de cerca después de que se concedieran al estado cuatro bancas adicionales a la Cámara de Representantes federal basadas en el aumento de la población, impulsado principalmente por las minorías.