El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, aprobó la "Ley sobre las enmiendas a la primera parte del Código Fiscal y particulares actos legislativos de la Federación de Rusia”, que especifica la responsabilidad de orden penal en materia de delitos fiscales.
En particular, sólo la decisión de un órgano fiscal en la que se confirma la existencia de una infracción puede servir de fundamento para una acción legal por el no cumplimiento de la legislación fiscal. La instrucción de procesos de evasión fiscal será realizada por el Comité de Instrucción de la Fiscalía General de la Federación de Rusia, y no por el Ministerio del Interior de Rusia.
La nueva ley también prohíbe mantener bajo arresto antes del juicio a los presuntos implicados de este delito. Ésta es, sin duda, la más significativa de una serie de medidas que fueron recibidas con satisfacción por los expertos. “Desde el principio de su Presidencia Medvédev intenta que las leyes sean más claras y comprensibles para los rusos, apoyando todo tipo de iniciativas orientadas a hacer la legislación más eficaz y más fácil de cumplir. Considera que para conseguir que la gente pague sus impuestos, las formalidades se deben simplificar al máximo”, cree el columnista Dmitri Bábichev.
De acuerdo con esta legislación, podrán eximirse de ir a la cárcel las personas que hayan evadido impuestos por primera vez, siempre y cuando paguen completamente el monto de su deuda. Para quienes desde hace años se ocupan de los juicios a implicados por este delito, aseguran que la medida no sólo perfeccionaría el sistema fiscal sino que además reducirá la corrupción. Asimismo, el conocido abogado ruso Anatoli Kucherena está seguro de que esta norma podrá eliminar los casos de corrupción. “Estas enmiendas fueron elaboradas para minimizar los casos de corrupción. La introducción de esta norma puede eliminarlos incluso totalmente porque un ciudadano sospechoso de haber cometido un delito de evasión fiscal, según la ley, tiene claramente descritas sus acciones. Si no está amenazado de ir a la cárcel, ya no le hará falta contar con los beneficios de un inspector o un juez para evitar el castigo que merece según la legislación”.
Además, se modifica el monto por el que una deuda fiscal de una empresa es considerada un delito grave. En el mismo sentido de suavizar la política en materia impositiva, la suma asciende ahora para las empresas, de 500.000 a 3 millones de rublos, unos 70.000 dólares. Sólo por encima de esa cifra se podrá iniciar un juicio penal. Según los analistas, esta iniciativa favorecerá no sólo a las compañías rusas, sino también a los inversores extranjeros. “Esto ayudará a la comunidad de negocios extranjeros presentes en el país. Creo que las empresas extranjeras están muy preocupadas por la legislación fiscal porque a veces se ven infringiendo las leyes fiscales sin tener intención. En ocasiones puede tratarse de una simple negligencia. En estas situaciones sería muy duro imponer sanciones severas o suspender la actividad de las empresas que estaban actuando de buena fe”, afirma el jurista norteamericano Daniel Klein.