En una entrevista difundida por la cadena Telesur, Assange insistió en que su vida corre peligro si finalmente es extraditado a Estados Unidos, donde sostiene que puede ser condenado a muerte o cadena perpetua.
Assange se encuentra desde el 19 de junio en la embajada ecuatoriana en la capital británica, pero no ha podido salir de allí porque el Gobierno del Reino Unido le ha negado un salvoconducto, alegando que está obligado a extraditarle a Suecia para que responda por las acusaciones.
Por otra parte, el abogado del fundador de WikiLeaks, Baltasar Garzón, reveló tras su reunión con el presidente nicaragüense que en EE.UU. un gran jurado secreto lleva adelante una investigación contra Julian Assange.
Este hecho fue confirmado también por el propio fundador de WikiLeaks en la entrevista que concedió desde la embajada ecuatoriana, en la que también reveló que se lleva a cabo una campaña mediática en contra de su portal, al que Washington acusa de "tener manchadas sus manos de sangre", mientras sus ofensivas militares en varios países han dejado cientos de miles de muertes.
El destino de Assange copó también el discurso que pronunció el Ministro ecuatoriano de Exteriores, Ricardo Patiño, ante la ciudadanía de su país. En él reiteró que las acciones emprendidas por el gobierno en torno al asilo diplomático concedido a Julian Assange responden al derecho internacional y la soberanía de la nación. Sin embargo los analistas creen que Quito enfrenta presiones por parte de Washington por esa decisión.
“Ecuador y el presidente Rafael Correa están sujetos a fuertes presiones y a fuertes amenazas, y el mismo Assange también. Evidentemente EE.UU. mantiene en secreto esta investigación porque saben muy bien que no tiene a la opinión de su parte, por eso hacen todo lo posible por hacer creer que se trata de un problema entre Suecia, Gran Bretaña y Ecuador”, aseguró el analista político Jorge Capelán.