Según las autoridades locales, el objetivo de esta consulta de un carácter más simbólico que efectivo (debido a la naturaleza de la disputa por la soberanía del archipiélago) es “enviar un mensaje a la comunidad internacional” en medio de una creciente tensión diplomática entre los dos países.
La organización del referéndum fue anunciada el pasado 12 de junio. El Gobierno malvinense subrayó en aquel entonces que el plebiscito se realizará con un solo fin: demostrar a Argentina que el deseo de los isleños es seguir perteneciendo al Reino Unido. Buenos aires no tardó en mostrar su rechazo a la iniciativa y declarar que “no va a reconocer los resultados”. Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, afirmó que el Reino Unido "respetará y defenderá" el resultado del referéndum.
Este archipiélago del Atlántico Sur, tema de disputa entre el Reino Unido y Argentina, cuenta con una población de unas 3.000 personas, más de la mitad de las cuales tienen derecho a voto. Las autoridades locales anticipan que habrá tres colegios electorales fijos, más algunos centros de carácter móvil, para dar la posibilidad de voto a la gente de edad avanzada, a los pacientes hospitalizados y a los residentes de zonas alejadas de la capital.
En el evento habrá observadores internacionales, incluidos los de países de América Latina. Se calcula que el costo del referéndum será de unas 77.000 libras esterlinas (unos 122.000 dólares estadounidenses).