Acampada mortal: detectan un virus letal en un parque nacional de EE.UU.

Las autoridades del Parque Nacional de Yosemite, en California, EE.UU., advierten que un peligroso virus podría haber infectado a las cerca de 22.000 personas que visitaron el parque este verano.
Ya son tres las personas que han muerto como consecuencia del brote de un peligroso virus en una zona de acampada en el parque nacional de Yosemite, en el estado de California, que provoca una enfermedad conocida como el síndrome pulmonar por hantavirus. Las víctimas visitaron el parque este verano y estuvieron expuestos a un raro virus conocido como hantavirus que transmiten roedores y que tiene un alto índice de mortalidad. 
Inicialmente los responsables del parque alertaron a 39 países sobre la posibilidad de que sus ciudadanos estuviesen entre las más de 10.000 personas que pudieron estar expuestas al virus tras pasar más de una noche en una zona de acampada del parque entre el 10 de junio y finales de agosto, cuando se detectó el brote. 
Sin embargo, en recientes declaraciones, un portavoz de Yosemite comunicó que el parque ha decidido incluir en su advertencia a otras 12.000 personas que se registraron para pernoctar en un área que previamente no se había considerado zona de riesgo.
El Servicio Nacional de Parques Naturales de Estados Unidos aseguró que están trabajando con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. y agencias estatales para detectar e informar sobre la enfermedad, cuya mortalidad se reduce significativamente si se trata en una etapa temprana. 
"Queremos asegurarnos de que los visitantes tienen información clara sobre este raro virus y entienden la importancia de obtener asistencia médica lo antes posible", indicó el superintendente de Yosemite, Don Neubacher. 
 La enfermedad comienza a manifestarse durante las primeras cinco semanas después del contagio con síntomas como fatiga, fiebre, dolores musculares o náuseas, para posteriormente avanzar rápidamente, con un promedio de mortalidad del 36%. 
Los roedores, en particular los ratones ciervo, son portadores de este peligroso virus, que está presente en su orina y excrementos.