El FBI ya está poniendo en práctica un sistema de identificación biométrica denominado Identificación de Próxima Generación (NGI, por sus siglas en inglés) en todo EE.UU., según un artículo publicado en la revista New Scientist.
La agencia asegura que necesita "recoger tantos datos biométricos como sea posible” y “hacer que esta información sea accesible a todas las instituciones, incluidos organismos internacionales". Por ello, indica, trabaja en la construcción de bases de datos biométricos que sean integrales y de alcance internacional".
No obstante, el NGI, cuyo coste alcanza los 1.000 millones de dólares, daría pie a que el Gobierno facilitase la base de datos de imágenes y la información personal de cualquier sujeto que aparezca en sus registros a instituciones de todo el mundo.
De este modo, la herramienta se convierte en algo más que una simple base de datos de fotografías y huellas dactilares, ya que, como el propio FBI declaró hace unos años, este programa podría utilizarse para identificar, vigilar y seguir los movimientos de ciertos individuos.
El sistema se ensayó en el estado de Michigan a principios de este año y otras pruebas piloto se llevarán a cabo en Washington, Florida y Carolina del Norte. Sin embargo, el artículo de la revista New Scientist confirma que ha comenzado el despliegue completo del sistema y el FBI espera que para el año 2014 esté operativo en todo el país.
El NGI, diseñado por la compañía Lockheed Martin, permite realizar una búsqueda de fotos que posibilita identificar en pocos minutos a individuos a partir de sus rasgos faciales, lo que mejorará las técnicas de resolución y facilitará el trabajo del personal del FBI especializado en la identificación de supuestos delincuentes en el marco de la lucha contra el crimen.
Sin embargo, los críticos del polémico programa aseguran que éste supone una amenaza para la privacidad de las personas, ya que podría llevar asociada la violación de la Ley de Acceso a la Información.