Una explosión del PEM libera un alto nivel de radiación en la atmósfera, que entrando en reacción con el campo magnético de la Tierra, es capaz de “freír” a cualquier equipo electrónico, a menos que esté bien protegido. La radiación gamma es altamente penetrante e interactúa con la materia irradiando e ionizándolo todo, incluido el propio aire circundante. Se consume enseguida y crea un campo electromagnético de kilómetros de diámetro.
Reto: paralizar a todo el país
El ataque del PEM de gran altitud, sostiene el diario, sería capaz de cubrir un país entero, causando un completo caos civil y militar en el área alcanzada debido a la privación de los servicios esenciales, tales como electricidad, agua potable, distribución alimentaria y comunicaciones durante un período indefinido. También deshabilitaría todos los radares, sistemas de armas y lanzamiento, así como otros equipos militares que se encuentren en la superficie.No obstante, según destaca el medio, los seres vivos y los objetos no eléctricos serían inmunes al ataque.
Además, debido a que las instalaciones nucleares iraníes, como se sospecha, se encuentran a una gran profundidad bajo tierra, el PEM no podría desactivarlas por completo.
EE.UU. en alerta
El informe revela que el posible uso del PEM ha sido planteado en varias ocasiones por los políticos de Israel, que creen que si el arma es tan potente debería ponerse en marcha contra las instalaciones nucleares de Irán, aunque su uso genera debate interno.El medio británico cita las palabras de Bill Gertz, especialista veterano de la defensa estadounidense, quien informa de "la creciente preocupación” por parte la inteligencia norteamericana, que sabe que Israel “llevará a cabo una explosión nuclear de gran altitud, destinada a perturbar toda la red electrónica del país" persa.
EE.UU., varios países occidentales y, sobre todo, Israel, dudan del carácter pacífico del programa nuclear iraní, al considerar que la República Islámica está desarrollando una bomba atómica, hecho que Teherán nunca ha reconocido. No obstante, bajo este pretexto el Estado hebreo ya había amenazado en reiteradas ocasiones con atacar las instalaciones nucleares de Irán en busca de poner fin a su programa. El país norteamericano, por su parte, sigue optando por intentar resolver el problema iraní mediante duras sanciones económicas.