Según la Policía, grupos de enmascarados atacaron el ayuntamiento de Santiago y robaron tiendas. Aprovechándose de la situación, construyeron y encendieron barricadas, en momentos en que los familiares rendían homenaje a los fallecidos. Las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos con el fin de dispersar a los manifestantes. Varias personas fueron detenidas.
Muchos de los participantes del desfile que se dirigían hacia el cementerio, donde se encuentra el monumento a los Detenidos Desaparecidos durante la dictadura de Pinochet, llevaron las fotos de sus familiares, víctimas de la represión.
La marcha fue organizada para recordar el pronunciamiento que derivó en el derrocamiento, el 11 de septiembre de 1973, del presidente constitucionalmente elegido, Salvador Allende. Tras el golpe, Augusto Pinochet asumió el Gobierno y se mantuvo en el cargo durante 17 años. En ese período, más de 3.000 personas fueron asesinadas, mientras que alrededor de 30.000 fueron encarceladas y torturadas.
Según las palabras de Lorena Pizarro, que encabeza la Agrupación de Detenidos Desaparecidos, la gente que gobierna el país es elegida “no para reprimir, no para invisibilizar el tema de los derechos humanos, sino para terminar con la impunidad y avanzar en verdad y justicia”.
AFP / Martin Bernetti
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