La decisión surgió luego de una disputa entre los artistas del tatuaje Ryan y Laetitia Coleman y la ciudad de Mesa, en el valle de Phoenix, que le negó a la pareja la posibilidad de abrir un negocio en un centro comercial local hace tres años, argumentando que la tienda no era "apropiada para la locación o en el mejor interés de la zona", según consta en el documentos que analizó la Corte.
Los Coleman presentaron una demanda en 2009 alegando violaciones de su derecho a la libertad de expresión, debido proceso e igual protección ante las constituciones, tanto del estado, como de EE.UU. La demanda fue desestimada por el Tribunal Superior del Condado de Maricopa, por eso recurrieron la máxima instancia judicial del estado de Arizona.
"Reconociendo que el tatuaje implica libertad de expresión, protegida por la Primera Enmienda a la Constitución, sostenemos que el tribunal superior erró al desestimar la denuncia como una cuestión de derecho", dijo la Corte Suprema en su fallo.
El fallo no significa que la ciudad de Mesa deba permitir a los Coleman abrir su tienda de tatuajes, solo que el tribunal erró al desestimar la demanda. La Corte señaló que las ciudades tienen el derecho de regular la ubicación de los negocios a través de ordenanzas de zonificación y que la "controversia fáctica" entre las partes tendrá que ser determinada en un juicio.
Los Coleman han buscado una resolución que les permita abrir su salón y quieren además una compensación por las pérdidas económicas en los últimos tres años.