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Los países occidentales cesan formalmente su tutela de Kosovo
El llamado Grupo Internacional de Supervisión de Kosovo (GIS) cerró formalmente su misión en un acto solemne ofrecido en Pristina, el centro administrativo de esta provincia serbia.
De este modo, los estados del GIS, formado por 25 países occidentales que han reconocido la independencia de este territorio, oficialmente dan por cerrada la tutela internacional sobre la “soberanía” de este territorio de mayoría albanesa que proclamó su independencia de Serbia en 2008.
Mientras tanto, Serbia ya ha declarado que no aceptará la independencia de su provincia “sea tutelada o no tutelada”, dijo hoy el primer ministro del país, Ivica Dacic, con respecto del fin oficial del control internacional.
El período de esta supervisión internacional forma parte de la obtención de la "independencia" de esta provincia serbia, previsto por el plan denominado Plan Ahtisaari (Martti Ahtisaari es un político finlandés, expresidente de Finlandia (1994-2000) y ganador del Premio Nobel de la Paz en el 2008).
Este plan fue rechazado por Serbia en las negociaciones que duraron varios meses y terminaron con la proclamación unilateral de la independencia por las autoridades kosovares, después de que EE.UU. y varios estados occidentales dieran el visto bueno a esta acción. Desde entonces, más de 90 países de los 193 de la ONU (22 de ellos miembros de la UE como Francia, Reino Unido y Alemania) han reconocido la independencia de Kosovo. No la han reconocido Rusia, China, Brasil o la India. Tampoco es reconocida por varios países de la UE: España, Grecia, Chipre, Rumanía y Eslovaquia ni lo consideran un estado independiente países tan importantes de Latinoamerica como Argentina y Venezuela.
Por ahora el Kosovo “independiente” se encuentra bajo control civil y militar de acuerdo con el Plan Ahtisaari y bajo la supervisión del contingente de tropas de la OTAN que supera más de 5.000 efectivos, que por cierto no abandonan Kosovo tal como harán ahora algunos “supervisores” civiles.
A pesar de las tropas de la OTAN, desde 1999, año en que el territorio de Kosovo queda bajo el control real de sus actuales gobernantes como el actual 'primer ministro' Hashim Thaci, ex líder guerrillero y sujeto involucrado en el tráfico de drogas y órganos humanos, la población serbia ha sido víctima de varias oleadas de persecuciones. Asimismo, se ha destruido el patrimonio cultural e histórico del pueblo serbio en este territorio.
Según el analista en temas internacionales Rafael Poch, la reducción de la presencia internacional en esta zona se traduciría en mayor represión a las minorías étnicas.
“Hay que recordar que el resultado final de la campaña militar contra Yugoslavia, en concreto en Kosovo, fue la limpieza étnica de más de doscientos mil 'no albanokosovares'. Me refiero a serbios, gitanos, judíos e incluso a albaneses que fueron calificados de 'colaboracionistas'. Eso fue realizado cuando el territorio de Kosovo estaba ocupado por casi 50.000 soldados de la OTAN, es decir, por un soldado por cada cuatro expulsados. Entonces a partir de aquí cuando este contexto internacional se retira de Kosovo lógicamente hay que esperar que este tipo de represión aumente y la situación de las minorías étnicas se complique y empeore”, explicó.
Otra prueba de que la formalmente independiente república se ha convertido en un territorio fuera del control legal internacional, no obstante la tutela de los países occidentales, son las informaciones de medios serbios de que en Kosovo entrenan los insurgentes sirios. Según se informa el entrenamiento se lleva a cabo en las antiguas bases del Ejército de Liberación de Kosovo, que luchaba por la independencia de Yugoslavia y posteriormente de Serbia, en los años 90.
Formalmente este organismo cuyo líder fue el ahora 'hombre fuerte' de Kosovo, Hashim Thaci, es considerado como terrorista por varios estados pero sus campos de entrenamiento aún existen.
A partir de ahora las facultades del Grupo Internacional de Supervisión de Kosovo serán oficialmente asumidas precisamente por estas autoridades kosovares.
Mientras tanto, Serbia ya ha declarado que no aceptará la independencia de su provincia “sea tutelada o no tutelada”, dijo hoy el primer ministro del país, Ivica Dacic, con respecto del fin oficial del control internacional.
El período de esta supervisión internacional forma parte de la obtención de la "independencia" de esta provincia serbia, previsto por el plan denominado Plan Ahtisaari (Martti Ahtisaari es un político finlandés, expresidente de Finlandia (1994-2000) y ganador del Premio Nobel de la Paz en el 2008).
Este plan fue rechazado por Serbia en las negociaciones que duraron varios meses y terminaron con la proclamación unilateral de la independencia por las autoridades kosovares, después de que EE.UU. y varios estados occidentales dieran el visto bueno a esta acción. Desde entonces, más de 90 países de los 193 de la ONU (22 de ellos miembros de la UE como Francia, Reino Unido y Alemania) han reconocido la independencia de Kosovo. No la han reconocido Rusia, China, Brasil o la India. Tampoco es reconocida por varios países de la UE: España, Grecia, Chipre, Rumanía y Eslovaquia ni lo consideran un estado independiente países tan importantes de Latinoamerica como Argentina y Venezuela.
Por ahora el Kosovo “independiente” se encuentra bajo control civil y militar de acuerdo con el Plan Ahtisaari y bajo la supervisión del contingente de tropas de la OTAN que supera más de 5.000 efectivos, que por cierto no abandonan Kosovo tal como harán ahora algunos “supervisores” civiles.
A pesar de las tropas de la OTAN, desde 1999, año en que el territorio de Kosovo queda bajo el control real de sus actuales gobernantes como el actual 'primer ministro' Hashim Thaci, ex líder guerrillero y sujeto involucrado en el tráfico de drogas y órganos humanos, la población serbia ha sido víctima de varias oleadas de persecuciones. Asimismo, se ha destruido el patrimonio cultural e histórico del pueblo serbio en este territorio.
Según el analista en temas internacionales Rafael Poch, la reducción de la presencia internacional en esta zona se traduciría en mayor represión a las minorías étnicas.
“Hay que recordar que el resultado final de la campaña militar contra Yugoslavia, en concreto en Kosovo, fue la limpieza étnica de más de doscientos mil 'no albanokosovares'. Me refiero a serbios, gitanos, judíos e incluso a albaneses que fueron calificados de 'colaboracionistas'. Eso fue realizado cuando el territorio de Kosovo estaba ocupado por casi 50.000 soldados de la OTAN, es decir, por un soldado por cada cuatro expulsados. Entonces a partir de aquí cuando este contexto internacional se retira de Kosovo lógicamente hay que esperar que este tipo de represión aumente y la situación de las minorías étnicas se complique y empeore”, explicó.
Otra prueba de que la formalmente independiente república se ha convertido en un territorio fuera del control legal internacional, no obstante la tutela de los países occidentales, son las informaciones de medios serbios de que en Kosovo entrenan los insurgentes sirios. Según se informa el entrenamiento se lleva a cabo en las antiguas bases del Ejército de Liberación de Kosovo, que luchaba por la independencia de Yugoslavia y posteriormente de Serbia, en los años 90.
Formalmente este organismo cuyo líder fue el ahora 'hombre fuerte' de Kosovo, Hashim Thaci, es considerado como terrorista por varios estados pero sus campos de entrenamiento aún existen.
A partir de ahora las facultades del Grupo Internacional de Supervisión de Kosovo serán oficialmente asumidas precisamente por estas autoridades kosovares.
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