El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró la semana pasada que su Gobierno y las autoridades norteamericanas estaban elaborando una serie de exigencias para Teherán que conciernen al programa nuclear, cuyo incumplimiento -dijo- conllevaría una ofensiva contra el país persa.
Sin embargo, pese a confirmar las discusiones con los israelíes, Hillary Clinton dijo en una entrevista que hay que centrarse en las sanciones actuales y que las negociaciones diplomáticas “aún son la mejor solución” a la controversia suscitada por el proyecto atómico iraní.
“No ponemos fechas límite”, agregó la funcionaria estadounidense exigiendo que se actúe “muy cautelosamente” a este respecto.
Ni una guerra antes de las elecciones
“Obama, está claro, no quiere una guerra antes de la elecciones, incluso aun al precio de estropear sus relaciones con Israel. Eso es así porque se acercan las elecciones”, dice Rubén Lara, director del sitio web Laproximaguerra.com.Lara añade que Netanyahu, por su parte, seguirá con “su misma línea dura” sobre el peligro que representa Teherán.
Varios países occidentales, incluso EE.UU., la UE y sobre todo Israel, sospechan que el fin real del programa nuclear de Irán es crear una arma atómica. El Gobierno iraní, a su vez, rechaza estas acusaciones subrayando que su plan tiene carácter pacífico y desarrolla tecnologías energéticas para el pueblo.
Mientras tanto, otra potencia regional, Emiratos Árabes, podría menospreciar la vía de negociaciones, pues ha amenazado con llevar a cabo acciones militares contra Irán.