La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), una de las más antiguas organizaciones defensoras de los derechos humanos de los EE.UU., ha acudido en ayuda de uno de los más antiguos y conocidos grupos racistas estadounidenses.
A los Caballeros Tradicionalistas Americanos del Ku Klux Klan (TAK) se les prohibió por una ordenanza de la ciudad de Cape Girardeau la distribución de panfletos en los coches aparcados en lugares públicos, según informó 'Courthouse News'.
El grupo afirma que si bien puede ser racista, sus intenciones son pacíficas y que por lo tanto debe poder ejercer su derecho a la libertad de expresión de esta manera. Sus intenciones en la distribución de propagana son simplemente "difundir su mensaje ampliamente", dice el Klan.
El grupo de supremacía blanca afirma que los EE.UU. se creó por y para los hombres blancos y que nunca debe "caer en las manos de una raza inferior", según el sitio web de la TAK. Mientras tanto, la ACLU, en representación del Klan, afirma en su página web que "trabaja para extender los derechos a los segmentos de la población a los que se les niegan sus derechos, incluida la gente de color, mujeres, lesbianas, gays, bisexuales y personas transexuales, reclusos y las personas con discapacidad". Pero esta marcada diferencia en los programas no impidió que la ACLU representara al KKK en los tribunales.
La ACLU, que cuenta con más de 500 000 miembros, proporciona asesoría legal en los casos en los cuales considera que las libertades civiles podrían estar en riesgo. Aun cuando la ACLU no proporciona representación legal directa, generalmente interviene en los procesos como amicus curiae (amigo de la corte). Además de su trabajo legal, la organización también ha realizado actividades de 'lobby' y activismo político.