Según un comunicado de la Casa Blanca, Obama y el primer ministro de Israel han hablado por teléfono y se han mostrado su disposición a continuar sus consultas en el futuro.
Sin embargo, horas antes se difundió la noticia de que las autoridades de EE.UU. no habían dado luz verde a un encuentro entre Obama y Netanyahu esgrimiendo que “la agenda del presidente no lo permite”. La supuesta reunión debía tener lugar durante la celebración de la Asamblea General de la ONU de este mes, pero Washington habría esgrimido que las fechas de las intervenciones de Obama y Netanyahu no coinciden.La noticia sobre el portazo a Netanyahu surgió en medio de un creciente enfriamiento de las relaciones estadounidenses-israelíes en relación al contencioso nuclear iraní.
Netanyahu criticó en su día a la Administración de EE.UU. por no imponer un ultimátum a Irán para que abandone sus planes nucleares. "Los que en la comunidad internacional rechazan poner líneas rojas a Irán no tienen derecho moral a poner una luz roja ante Israel", recalcó el primer ministro israelí en referencia a las peticiones hechas por EE.UU. a Israel para que no ataque a la República Islámica.
Por su parte, la Administración de Obama, volcado en las elecciones generales de EE.UU., declaró que no intentan poner fechas límite y que apuestan por la vía del diálogo político con Irán.
Algunos expertos creen que todas estas discordias y denuncias son parte de una especie de 'función teatral' que interpretan tanto EE.UU. como Israel.
“Eso puede ser un teatro a nivel internacional que interpretan tanto EE.UU., como Israel”, en un intento por controlar a la nación iraní, que intenta tener “independencia y soberanía”, comenta a RT la politóloga Susana Khalil.