El comunicado sostiene que "el estado de salud del señor Gross sigue siendo normal", constata que "realiza regularmente intensos ejercicios físicos", y confirma que Gross "recibió tres visitas de su esposa a finales de la semana pasada", en el transcurso de las cuales "se le dieron todas las facilidades y se le crearon las mejores condiciones".
El norteamericano, de 61 años, fue arrestado en diciembre de 2009, cuando distribuía equipos de comunicación por satélite, de uso restringido en Cuba, mientras trabajaba para un contratista del gobierno estadounidense dentro de un programa que, según Washington, busca fomentar la democracia en la nación caribeña.
Sin embargo, para la Habana era una muestra más de las intenciones de Estados Unidos de seguir inmiscuyéndose en sus asuntos internos y de reforzar su política de presión para propiciar cambios. En marzo de 2011 el Tribunal Supremo Popular de Cuba lo condenó a 15 años de prisión por realizar actividades subversivas contra el Estado cubano.