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El OIEA aprueba una resolución de condena a Teherán
El texto de la resolución, acordado por el Grupo 5 + 1 (Rusia, China, EE.UU., Francia, el Reino Unido y Alemania), expresa una gran preocupación por el desarrollo del programa nuclear en la República Islámica y urge a Teherán a colaborar con los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
El 10 de septiembre el jefe del organismo, Yukiya Amano, exigió a Irán que asegurara “sin demora” un acceso al territorio de la base militar de Parchin. El OIEA supone que en este polígono militar Irán podría realizar las pruebas de los explosivos vinculados con el posible desarrollo de armas nucleares.
Irán, por su parte, dijo estar dispuesto a cooperar con el OIEA a condición de que no se vea comprometida su seguridad nacional, según Ali Asghar Soltanieh, el enviado iraní ante la organización. “Teherán está convencido de que los esfuerzos están dirigidos a poner fin al caso nuclear de Irán, y no a perseguir un proceso fútil”, añadió.
En junio el director general de la OIEA expresó su preocupación por “las señales de la intensificación de las acciones” en el polígono de Parchin y subrayó una aguda necesidad de enviar allí a los inspectores del OIEA. Irán a su vez rechaza las acusaciones del OIEA sobre las presuntas pruebas en Parchin.
Anteriormente los expertos del organismo presentaron un informe que afirma que durante los dos últimos años la industria iraní produjo 189 kilos de uranio altamente enriquecido. Según el documento, los datos de satélite muestran que en la base se derriban instalaciones. Estos datos preocuparon al OIEA que piensa que ahora Irán trata de limpiar la base de todas las huellas comprometedoras antes de la aparición de los inspectores.
El informe, tachado por Teherán de "provocación política", sentencia que Irán ha duplicado desde mayo sus centrifugadoras de enriquecimiento de uranio en su instalación subterránea de Fordo, y que los trabajos de limpieza en la base militar de Parchin obstaculizan el trabajo de los inspectores.
Irán, por su parte, dijo estar dispuesto a cooperar con el OIEA a condición de que no se vea comprometida su seguridad nacional, según Ali Asghar Soltanieh, el enviado iraní ante la organización. “Teherán está convencido de que los esfuerzos están dirigidos a poner fin al caso nuclear de Irán, y no a perseguir un proceso fútil”, añadió.
En junio el director general de la OIEA expresó su preocupación por “las señales de la intensificación de las acciones” en el polígono de Parchin y subrayó una aguda necesidad de enviar allí a los inspectores del OIEA. Irán a su vez rechaza las acusaciones del OIEA sobre las presuntas pruebas en Parchin.
Anteriormente los expertos del organismo presentaron un informe que afirma que durante los dos últimos años la industria iraní produjo 189 kilos de uranio altamente enriquecido. Según el documento, los datos de satélite muestran que en la base se derriban instalaciones. Estos datos preocuparon al OIEA que piensa que ahora Irán trata de limpiar la base de todas las huellas comprometedoras antes de la aparición de los inspectores.
El informe, tachado por Teherán de "provocación política", sentencia que Irán ha duplicado desde mayo sus centrifugadoras de enriquecimiento de uranio en su instalación subterránea de Fordo, y que los trabajos de limpieza en la base militar de Parchin obstaculizan el trabajo de los inspectores.
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