En Egipto, mientras tanto, se registran fuertes enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía. Y es que las fuerzas del orden intentan liberar de los indignados el territorio cerca de la embajada estadounidense en El Cairo, utilizando gases lacrimógenos. Los manifestantes por su parte contestan tirando piedras y cócteles molotov. Al menos 20 miembros de las fuerzas del orden resultaron heridos.
En Túnez la noche pasada cientos de personas quemaron banderas de Estados Unidos cerca de su embajada. La Policía logró dispersar a la multitud.
Se acabaría pronto el caos por una película "de mal gusto"
El analista político y arabista Antonio Romea cree que no se profundizará mucho más en los disturbios espontáneos en Oriente Medio. “Es de esperar que haya disturbios incontrolados de gente que siente herida su sensibilidad religiosa y eso se suma al antiamericanismo en la región por la política neocolonial de EE.UU. en toda la zona, y dado que no es una cosa controlada sino bastante espontánea de la población, suponemos que se acabe pronto”, dijo el arabista.“Bien es cierto que esta película sí ha servido de excusa. Parece simplemente una película de mal gusto y absurda como muchas que están haciendo jóvenes israelíes que viven en EE.UU., hay bastantes de este pelaje de mal gusto. Es un tipo de películas que pasan desapercibidas en Occidente pero que basta con que una red social islámica les dé pábulo para que tengamos estas reacciones”, cree.
Otra intervención a Libia "sería un poco absurda"
Romea cree que el caso de Libia, donde falleció en las protestas el embajador de EE.UU., es diferente que en el resto del mundo. El analista supone que el embajador norteamericano en Bengasi podría haber sido asesinado por los vínculos que habría tenido con los islamistas en el país.
“A flor de piel está la sensibilidad de algunas naciones que se sienten bombardeadas e insultadas en su sensibilidad religiosa. El caso de Libia es más complejo, aquí puede haber más contactos de servicios secretos con el envío de mercenarios a Siria, entonces habría que ver si el embajador conocía personalmente a sus asesinos o tenía contactos con las organizaciones que han sido capaces de actuar así”, dice.
En la actualidad EE.UU. investiga el ataque contra su embajada en Libia que provocó la muerte de cuatro diplomáticos, entre ellos el embajador del país norteamericano.
Según afirman en Washington, este fue planeado ya que estaba muy bien coordinado y no pudo ser espontáneo. EE.UU. ya envió a Libia dos buques de guerra e infantes de Marina para garantizar la seguridad de sus diplomáticos. Mientras que varios expertos opinan que Washington podría aprovechar ahora esta situación para intervenir a Libia con sus tropas terrestres, el analista Antonio Romea cree que esto sería “un poco absurdo”.
“EE.UU. junto con algunos países europeos como Francia, Inglaterra, Italia, incluso España tuvo cierta presencia militar, ayudaron a derrocar a Gaddafi y aunque ahora Libia parece ser que es un caos de milicias armadas y que el Gobierno puede ejercer poca autoridad, sería un poco absurdo o no estaría en claro los objetivos de una intervención militar a gran escala”, cree.