El Ministerio de Relaciones Exteriores de China confirmó que seis buques de vigilancia habían entrado en aguas cercanas a las islas. Tres de los seis barcos de China ya han abandonado las aguas territoriales de Japón.
"La actividad de patrullaje tiene por objeto demostrar la jurisdicción del gobierno chino sobre las Islas Diaoyu y las islas adyacentes, y también proteger los intereses navales del país", reza la declaración.
Según la parte china, sus barcos llevan a cabo patrullas regulares de las zonas de pesca, que China considera parte de su territorio, a fin de garantizar la soberanía del país y proteger a sus pescadores.
Hasta ahora los buques japoneses que patrullan en la frontera marítima entre ambos países no han tomado ninguna medida activa contra los buques chinos. Japón creó un comité de crisis en respuesta al incidente. El embajador chino en el país ha sido convocado urgentemente a una reunión en el Ministerio de Exteriores japonés. El 11 de septiembre el gobierno japonés compró tres de las cinco islas en disputa que se encontraban en manos privadas niponas, en una transacción ya concluida y valorada en unos 20,5 millones de euros.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, aseguró que Pekín no hará "absolutamente ninguna concesión" respecto al archipiélago, enfatizando que "las Diayou son parte inalienable del territorio chino".
Aunque Japón dice que tomó el control del archipiélago -que podría contar con grandes recursos marinos y energéticos- en la década de 1890, China alega por su parte que descubrió y bautizó antes las islas, que han sido administradas por la defensa costera nacional desde los tiempos de la dinastía Ming (1368-1644).
El conflicto se ha reabierto en las pasadas semanas, viviéndose momentos de especial tensión cuando un grupo de activistas de Hong Kong desembarcó en ellas el pasado agosto. Japón los detuvo y deportó. Pocos días después, un grupo de nacionalistas japoneses hizo lo mismo, organizando una serie de manifestaciones contra el país vecino en varias ciudades chinas.