Todos los atacantes fueron abatidos sin que sufriera daños el príncipe Harry, el tercer heredero al trono británico que llegó al país la semana pasada para participar en combates contra los talibanes.
Otra respuesta a la película de EE.UU.
El portavoz de los Talibán, Qari Youself Ahmadi, dijo que el ataque fue una respuesta a la película antiislámica estadounidense que ha desatado masivas protestas en varios estados orientales y en el mundo, degenerando en una ola de violencia contra embajadas de países occidentales, sobre todo de EE.UU.
Ahmadi añadió que “miles de atacantes suicidas están listos para dar sus vidas por el Profeta”.
En su día los talibán prometieron acabar con Harry. “Nos esforzaremos para matar al príncipe Harry y otras tropas británicas en Helmand”, dijo Zabihullah Mujahid, otro portavoz.
Mientras tanto, el portavoz de la OTAN en Afganistán, Martyn Crighton, dijo que el príncipe Harry, de 27 años, nunca corrió riesgo, ya que la base es una de las más fortificadas de la región y el heredero, que se ocupa de misiones de mantenimiento, estaba a dos kilómetros del lugar del ataque.