“Los residentes de la Franja sufren el bloqueo. No les dejen caer en la dependencia absoluta de la presión de Israel y su altanería”, dijo en la protesta Mansour Breik, representante del movimiento Hamás, subrayando que antes de cerrar los túneles esperan que “Egipto tome la decisión política de cancelar el bloqueo y abrir puntos fronterizos de traspaso comercial.
Sin embargo, las esperanzas que las autoridades palestinas tenían hacia el nuevo Gobierno egipcio, de una ideología similar, no se hacen realidad.
Después de que en 2010 Israel suavizara las sanciones, el volumen del tráfico por los pasos subterráneos ha ido disminuyendo. Pero las autoridades de Gaza consideran los túneles subterráneos como un 'seguro' en caso de que el conflicto con Israel se tense.
Los túneles, excavados por debajo de la frontera palestino-egipcia en respuesta al bloqueo por parte de Israel y Egipto, durante años representaron -antes de la atenuación de las sanciones- la principal vía de tráfico de bienes a la Franja. Por numerosos pasos subterráneos de diferente tamaño llegan al territorio palestino alimentos, gasolina, materiales para la construcción, ganado y hasta automóviles. Pero también son usados por los extremistas para el tráfico de armas.
Egipto autorizó la eliminación de los túneles con las autoridades israelíes y procedió a las obras el 8 de agosto, después de que el 5 de ese mismo mes 16 militares egipcios murieran tras un ataque extremista contra el puesto de la guardia fronteriza de Rafah. Según el Ministerio del Interior de Egipto, el grupo atacante estaba integrado por 35 personas, incluidos varios palestinos que se trasladaron al Sinaí desde Gaza, desde donde el ataque fue apoyado por fuego de artillería.