La defensa de Assange recibió un informe de 100 páginas en el que dos laboratorios forenses concluyen que no hay evidencias de que haya usado ese preservativo alguna vez.
La denunciante, de 33 años de edad, asegura que Assange rompió el condón deliberadamente para tener sexo sin protección en 2010. Por su parte, Assange niega las acusaciones y sostiene que después del día del supuesto delito, siguió conviviendo con esa mujer en su departamento de Estocolmo al menos una semana más y en ningún momento ella mencionó el incidente.
Por otro lado, el ADN de Assange fue encontrado en otro preservativo presentado por la segunda mujer que asegura haber sido víctima de abusos sexuales: afirma haber sido violada por Assange mientras estaba dormida. En este caso el fundador de WikiLeaks también mantiene que se trata de relaciones sexuales con consentimiento.
Basándose en estas acusaciones la justicia sueca puede instruir un proceso legal contra Assange, quien es reclamado de momento para ser interrogado sobre estos dos incidentes.
Actualmente Assange, ciudadano de Australia, se encuentra refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres. Consiguió recibir asilo político en ese país latinoamericano intentando evitar su extradición a Suecia por el temor a que esta desemboque en otra a EE.UU., donde cree que puede ser condenado por la publicación de cables diplomáticos a través de WikiLeaks.