Los rebeldes indicaron que, en primer lugar, la oferta está dirigida al ´círculo íntimo´ del mandatario sirio. Los insurgentes señalaron que el dinero para la iniciativa sería asignado por empresarios sirios, que trabajan en el país y en el extranjero y respaldan a la oposición.
No es la primera vez que se ofrecen una recompensa por Bashar al Assad. El pasado mes de mayo el clérigo saudita Ali Al Rabieei prometió 450.000 dólares a cualquiera que mate al presidente sirio. El religioso tachó al político de "asesino" y motivó su decisión diciendo que “su masacre de mujeres y niños ha aterrorizado a todo el mundo”.
Los rebeldes buscan nuevos métodos cada vez más crueles para poner fin al régimen de Assad. Recientemente la organización internacional defensora de los derechos humanos Human Rights Watch acusó a los insurgentes de realizar ejecuciones y torturar a agentes de la Policía siria.