Así, por ejemplo, se reducirá el número de las patrullas conjuntas y de las operaciones de instrucción de los oficiales de los servicios afganos de seguridad.
El sábado pasado unos sujetos vestidos con el uniforme de la Policía afgana asesinaron a tiros a cuatro soldados estadounidenses. El tiroteo se produjo un día después del ataque a la base militar británica de Camp Bastion, situada en la provincia afgana de Helmand, donde en el momento de la agresión armada se encontraba el príncipe británico Guillermo, quien salió ileso.
Desde comienzos de 2012 más de 50 soldados y oficiales extranjeros han sido asesinados por militares y policías locales. En total, las tropas de la coalición internacional bajo el mando de la OTAN han tenido más de 330 bajas desde el inicio de este año, según los datos de ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad).