La cinta, que según los creyentes insulta al profeta Mahoma, ha provocado la ira de los musulmanes de todo el mundo.
Las protestas contra la película se han sucedido no solo en los países tradicionalmente islámicos, sino también en algunas naciones occidentales con importantes comunidades musulmanas.
Pakistán también ha sido escenario de protestas multitudinarias en los últimos días. Los manifestantes quemaron la bandera estadounidense y exigieron a las autoridades del país que cerrasen la embajada norteamericana y expulsasen a los diplomáticos estadounidenses del país.