Así lo declaró este viernes el mandatario iraní Mahmoud Ahmadineyad, sosteniendo que "para salvarse de la quiebra, los sionistas incultos empezaron a realizar sus complots para encender enfrentamientos religiosos en el mundo, con el apoyo de los líderes occidentales que justifican estas conspiraciones diabólicas".
Según el presidente iraní, la defensa de la libertad de expresión por parte de Occidente es injusta, teniendo en cuenta su negativa a tolerar cualquier cuestionamiento de las dimensiones históricas del Holocausto.
"Si Occidente afirma que insultar al profeta es parte de la libertad de expresión, entonces, ¿por qué por una simple cuestión histórica ellos la reprimen y encarcelan a los investigadores e incluso amenazan a toda la nación iraní?", preguntó el mandatario.
Una ola de protestas se extendió por gran parte del mundo a causa de la difusión de una cinta antiislámica, de producción estadounidense y que, según algunos creyentes, es blasfema e irrespetuosa con el profeta Mahoma.
El blanco de la ira suelen ser las embajadas de EE.UU. y de otros países occidentales. Las reacciones violentas por la película les ha costado la vida a cuatro ciudadanos estadounidenses en Libia, entre ellos el embajador norteamericano en aquel país. Este viernes al menos dieciséis personas murieron en manifestaciones antioccidentales en Pakistán.
La violencia ha obligado a varios países occidentales a cerrar temporalmente algunas de sus sedes diplomáticas en el mundo musulmán.