Al menos así opinan algunas fuentes de los servicios de Seguridad Nacional consultadas por la cadena de televisión NBC. Revelaron que toda la serie de ataques tipo DDoS perpetrada esta semana se originó en Irán, que fue preparada con antelación y vino como respuesta a las sanciones económicas aplicadas por Washington contra el Gobierno persa.
Los representantes del sector bancario consultados por otros medios de comunicación, como la agencia Reuters, también acusan a la República Islámica como instigadora de los ataques que se están registrando. Sus víctimas —no solo últimamente, sino a lo largo de casi un año— han sido el Bank of America, el Citigroup y la empresa JP Morgan Chase.
Varios expertos que hablaron a Reuters en condiciones de anonimato, dijeron que los intentos de poner los sitios web de aquellas grandes entidades fuera de servicio eran parte de la campaña virtual más amplia contra el país norteamericano. Los interlocutores de la agencia no excluyen que los ‘hackers’ iraníes pudieran usar esa clase de ataques para distraer la atención de las víctimas de algunos peligros más serios, que todavía no han sido descubiertos.
A juicio de los representantes del sector, existía una evidencia de que las tres entidades fueron atacadas en represalia por las endurecidas sanciones de EE.UU. contra Irán. Supuestamente se pretendía también dar una respuesta al virus Stuxnet, que de manera premeditada afectó a las computadoras de las instalaciones nucleares iraníes hace dos años.
Las fuentes citadas no disponen de datos fidedignos sobre si la acometida cibernética fue emprendida por las autoridades persas, algunos grupos que trabajaban en nombre del Gobierno o simplemente por unos ciudadanos “patriotas”, indignados por la actitud de Occidente respecto al programa nuclear iraní.
Ninguna de las injerencias de los piratas informáticos persas ha sido hasta el momento tan sofisticada como el Stuxnet, pero sus capacidades siguen creciendo, admiten los expertos. Antes de los recientes ataques pocos se tomaban en serio las capacidades informáticas de Irán. Ahora sí las perciben como muy serias, dice uno de los trabajadores bancarios.