Otro de los problemas, relata 'Stavros', es la deuda del Estado, que debe a su empresa 1.000.000 de euros desde el 2010, una situación generalizada en un país donde las arcas públicas adeudan al sector privado unos 6.500 millones de euros, según el Ministerio de Finanzas.
La situación de 'Stavros' está lejos de ser un caso aislado. El secretario de la Unión de Inspectores de Trabajo, Mijalis Jalaris, advirtió el pasado 2 de septiembre de que el 67% de las quejas recibidas en su departamento se debían a retrasos de impagos de salarios.
Además, los sindicatos atribuyen esta tendencia a las medidas de austeridad impuestas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional y por los sucesivos Gobiernos griegos, a los que acusan de agravar la crisis con sus rebajas de salarios y aumento de impuestos, que han minado la capacidad adquisitiva y el consumo.
“Las medidas de austeridad y la flexibilización laboral están llevando a la ruina a muchos trabajadores”, afirma Savas Robbolis, del Instituto del Trabajo, y añade un dato aún más contundente: “La población por debajo del nivel de la pobreza en Grecia ha aumentado del 23% de antes de la crisis al 30% actual”.