“Las acusaciones históricas de las interferencias de EE.UU. aún se sostienen, aunque por suerte la mayoría de los países en Latinoamérica no están en una situación de poder tener dictaduras agresivas”, afirmó Assange en una entrevista en la capital británica al diario argentino ‘Página/12’.
“Esa influencia ahora se expresa en la financiación de ciertas ONG y grupos por parte de la USAID (Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional) y en mantener a otros grupos dentro de la órbita de EE.UU. ya sea a través de la OEA, la SIP o por medio de otros arreglos”, precisó el fundador de WikiLeaks, que se encuentra desde junio pasado en la Embajada de Ecuador en Londres, en un intento de evitar que lo extraditen a Suecia y luego a EE.UU., donde podría enfrentarse a una cadena perpetua.
Las comunicaciones de la región son interceptadas en EE.UU.
“Hay un aspecto que me preocupa y que América Latina debe resolver, y es que todas las comunicaciones (de la región) a Europa, a Asia, se hacen a través de EE.UU., donde son interceptadas por la Agencia de Seguridad Nacional”, advirtió Assange, a quien el Gobierno ecuatoriano le otorgó el asilo diplomático, considerando que su vida podría estar en peligro en caso de ser extraditado.
Según el fundador de WikiLeaks, “aún un porcentaje importante de las comunicaciones entre países latinoamericanos rebotan en EE.UU. y vuelven a la región. Esto abarca a las grandes empresas telefónicas, a los grandes proveedores de Internet, a las transferencias en dólares. Es un tema serio de soberanía para América Latina”.
Se refirió además a problemas con los medios de comunicación en la región, por ser en algunos casos “muy cercanos a una familia o a un partido político”.