Adquirido a Ucrania a precio de chatarra, a condición de su no uso militar, como un enorme casino flotante en 1998, la nave fue el portaaviones soviético Varyag, acabado en un 70%. Ahora, según varios analistas chinos y extranjeros le toca convertirse en una plataforma de aviones embarcados y de entrenamiento para tripulaciones, hasta que China desarrolle y construya sus nuevos portaaviones.
Foto: AFP
Curiosamente, la ceremonia de incorporación a la Armada china transcurrió en el puerto de Dalian, instalado también por Rusia y que llevó el nombre de Dalny. Tras ser capturado en 1904 por Japón pasó a llamarse Dairen, hasta que fue devuelto por la URSS a China en 1950.
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Los analistas dicen que se espera que el barco sea usado como una plataforma de entrenamiento mientras China construye sus propios modernos portaaviones. No obstante, en agosto pasado el rotativo chino 'Shanghai Daily' informó que Liaoning no estaría operativo antes del 2017.
Cabe recordar que hasta ahora China tampoco dispone de cazas embarcados y se encuentra desarrollando su modelo J-15, a partir de Sukhoi Su-33 ruso. Se especula sobre una posible compra de los Su-33 embarcados o de la opción de su fabricación en China.