La policía mantiene a raya a los manifestantes, que intentan saltar las barricadas, usando porras y gases lacrimógenos y acordona la plaza ante la Cámara Baja con autobuses policiales. Convocada por la Coordinadora 25-S y la plataforma ¡En Pie!, la protesta desembocó a las seis de la tarde (hora local) en 'el rodeo' de la Cámara Baja, donde, como es habitual cada martes, se celebra la sesión plenaria semanal de los diputados.
La acción es “una respuesta a los recortes del Gobierno, al secuestro de la democracia” en favor de los grandes poderes financieros, que acaban pagando los ciudadanos, denuncia a RT la activista Feli Velázquez. “Queremos un nuevo proceso constituyente”, dice la activista, que defiende la acción en la calle: “ejercemos el derecho de manifestarnos”.
La iniciativa busca rescatar simbólicamente la sede de la soberanía española, que es víctima, aseguran, de "un secuestro llevado a cabo por la Troika y los mercados financieros y ejecutado con la colaboración de la mayoría de los partidos políticos".
Imágenes: EFE