A principios de este mes Londres promocionó un referéndum para marzo de 2013 para que la población "decida" si las islas Malvinas son de Argentina o del Reino Unido. Según las autoridades locales, el objetivo de esta consulta de un carácter más simbólico que efectivo es “enviar un mensaje a la comunidad internacional” en medio de una creciente tensión diplomática entre los dos países.
La idea del referéndum fue censurada por el Gobierno argentino, que lo calificó de "parodia" que "carece de imaginación y creatividad" y anticipó que “no va a reconocer los resultados”.
Las islas Malvinas, tema de disputa entre el Reino Unido y Argentina, cuentan con una población de unas 3.000 personas, más de la mitad de las cuales tienen derecho a voto. En el evento habrá observadores internacionales, incluidos de países de América Latina. Se calcula que el costo del referéndum será de unas 77.000 libras esterlinas (unos 122.000 dólares estadounidenses).
Argentina reclama la soberanía de ese archipiélago del Atlántico Sur desde que en 1833 fuera ocupado por el Reino Unido.
"Le digo a la titular del FMI que esto no es un partido de fútbol"
Además, en el marco de la 67 Asamblea General de la ONU, la presidenta reclamó un replanteo de las políticas que denuncian como proteccionistas pero que son en defensa de las economías de los países emergentes frente a las economías de los países dominantes que causaron la crisis. Defendió la posición de Argentina frente al FMI y pidió a esa entidad una autocrítica respecto de su responsabilidad en la crisis internacional. "Le digo a la titular del FMI que esto no es un partido de fútbol y que mi país tampoco es un equipo", lanzó. Mientras tanto, la presidenta constató que "hemos bajado nuestro nivel de endeudamiento como nunca antes".
"Lo que más miedo me da como militante política es que muchos occidentales dejen de creer que un sistema democrático ya no puede darles soluciones a la crisis", dijo. La presidenta argentina condenó y lamentó el asesinato del embajador estadounidense en Libia, pero aseveró que "la muerte de Chris Stevens no es casualidad, es allí donde se originó el movimiento contra Gaddafi". Fernández de Kirchner subrayó que en la actualidad en este país operan muchos islamistas radicales. "Para Chris Stevens ya no habrá 'primavera árabe', solo el invierno interno", dijo.
Cristina Kirchner insistió en que Irán colabore con la Justicia argentina en la investigación del atentado a la AMIA que se cobró la vida de 86 personas en Buenos Aires en 1994.