Se trata del conflicto interno armado más prolongado del hemisferio que cada vez es más anacrónico y más inexplicable, comentó Santos. “Conscientes de esto, sin ceder un milímetro en la lucha contra el terrorismo y el delito, mi Gobierno ha tomado la determinación de avanzar con prudencia, con seriedad, con firmeza en las conversaciones con la guerrilla para procurar el fin del conflicto armado”, prosiguió.
De este modo ha presentado ante la ONU el plan de paz de su Gobierno con la mayor guerrilla del país, las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). El conflicto armado protagonizado por este grupo sacude el Estado latinoamericano desde hace casi medio siglo.
La Administración de Santos firmó el pasado 26 de agosto un acuerdo con las FARC para iniciar diálogos de paz. “Después de dos años de contactos exploratorios hemos anunciado al país y al mundo el inicio de una fase de conversaciones sobre una agenda corta y concreta que tenemos la esperanza de que lleven al objetivo deseado”, comentó Santos. Detalló que las negociaciones de paz empezarán en la primera mitad de octubre en Oslo (Noruega) y más tarde continuarán en La Habana (Cuba). El mandatario expresó, además, su gratitud a los Gobiernos de Venezuela y Chile por el apoyo que están prestando al proceso.
“Es una oportunidad que no podemos desaprovechar”, acentuó el presidente. Comunicó que su administración asume con “moderado optimismo” las perspectivas de estas conversaciones, pero comentó que espera poder presentar un balance positivo del proceso en la próxima Asamblea, el año que viene.
Situación en Oriente Próximo
Santos aprovechó la ocasión también para dar la bienvenida a los cambios que están teniendo lugar en Oriente Próximo. "El mundo árabe se abre camino hacia la democracia", comentó, pero puntualizó que esta democracia es aún muy frágil.Elogió el hecho de que Libia haya logrado romper "una tiranía de más de 40 años" y apreció el papel que tuvo en esto el Consejo de Seguridad de la ONU. Al mismo tiempo, condenó los intentos de varios grupos violentos de sabotear los procesos democráticos en el país, en primer lugar, el atentado contra la embajada estadounidense en Bengasi.
En cuanto al conflicto sirio, expresó su "frustración" ante la incapacidad de la comunidad internacional de poner fin a esta crisis.