La marcha comenzó frente a la Universidad de Santiago de Chile, donde grupo de manifestantes intentó a echar abajo las vallas que limitaban el recorrido autorizado por el gobierno. En respuesta, los Carabineros les lanzaron gas lacrimógeno y los repelieron con chorros de agua.
Según datos de los Carabineros, la protesta dejó 100 manifestantes detenidos en distintas comisarías de Santiago de Chile y 17 agentes policiales heridos.
Estudiantes chilenos lanzando piedras. AFP /Martin Bernetti
Los estudiantes buscan de esta manera influir el debate sobre los Presupuestos, que el Gobierno debe enviar al Congreso antes de fin de septiembre.
Un estudiante disfrazado con un cartel que dice "Hasta los huesos" durante la protesta. AFP /Martin Bernetti
Las protestas, que los estudiantes empezaron en 2011 con el objetivo de forzar cambios en el sistema educativo y aligerar la carga financiera que sufren los estudiantes, se tradujeron en algunas concesiones por parte del Gobierno de Sebastián Piñera. Esta semana Piñera promulgó la reforma que busca incrementar la recaudación fiscal en 1.000 millones de dólares anuales para financiar mejoras en el sistema educativo. El miércoles el presidente promulgó también una ley que reduce los intereses de los créditos educativos desde 6% a 2%.
Los estudiantes invaden las calles de Santiago de Chile.
AFP /Martin Bernetti
También en Argentina los estudiantes salen para protestar contra su sistema educativo. Más de 33 colegios en Buenos Aires fueron tomados para reclamar contra las políticas educativas del Gobierno local. Cientos de estudiantes llevan días congregándose frente a la sede del Ministerio de Educación cortando el tránsito de una manera pacífica para reclamar contra las reformas educativas que plantea el Gobierno.
Estudiantes argentinos durante la protesta pacífica. AFP / Daniel Garcia
"Creo que un primer momento de enorme sorpresa y de enorme zozobra de imaginar que los jóvenes de alguna manera no solo quieren participar en la agenda educativa, sino que quieren protagonizarla. Y es ahí donde creo que los gobiernos no reaccionan adecuadamente porque lo que hacen casi de una forma automática y de una forma muy parecida es otra vez considerarlos menor de edad", opina el especialista de educación Carlos Skilar.
En Buenos Aires la protesta transcurre en un clima de paz y total tranquilidad. AFP / Daniel Garcia