El ministro precisó que "los predicadores del odio, los partidarios del oscurantismo, los integristas” y todos que están en el territorio galo “para desafiar nuestras leyes, para vulnerar los fundamentos de nuestra sociedad” no pueden quedarse.
Al mismo tiempo, el ministro saludó la "sabiduría" y "la madurez" de la reacción moderada que mostraron los musulmanes de Francia durante las protestas contra la película que denigra a Mahoma y de las movilizaciones contra las caricaturas del profeta.
Estas declaraciones llegan una semana después de que Francia decidiera reforzar la seguridad de sus edificios en el extranjero, por miedo a que se desataran nuevos actos violentos y por ese motivo prohibiera las manifestaciones islámicas en París.