"Habrá una revolución de Tahrir al estilo iraní", comentó Lieberman en una entrevista con el periódico israelí 'Haaretz', refiriéndose a la plaza Tahrir, que fue el epicentro de las protestas antigubernamentales en Egipto.
Lieberman defendió su pronóstico argumentando que dicha revolución podría ser el resultado influencia dañina de las duras sanciones económicas que varios países, incluido EE.UU. y la UE, impusieron a Teherán en un intento por hacerle cambiar sus planes nucleares.
El funcionario israelí apuntó que “hay escasez de alimentos básicos”, que la gente huye del país, envía dinero al extranjero, y señaló que la juventud iraní “está harta” de “sacrificar su futuro”. Lieberman llega a la conclusión de que las manifestaciones de 2009, cuando las autoridades dispersaron a los opositores, “volverán con una fuerza mayor”.
La declaración se produce en medio del agudo debate en la comunidad internacional sobre el polémico programa nuclear de Irán Mientras Teherán esgrime que su programa es de carácter pacífico, Israel sostiene que Irán intenta fabricar en secreto un arma atómica y no descarta emprender una invasión militar contra la República Islámica.