El globo fue cubierto de aluminio y al rozar unos cables primero provocó un cortocircuito en el área donde se ubica el radar, seguido por un apagón en la red eléctrica local. A los 13 minutos el suministro de luz en la zona fue recuperado, pero media hora más tarde a causa del exceso de tensión sufrido el radar dejó de funcionar.
Las autoridades aéreas del país citadas por el periódico local 'Ta Nea' aseguraron que el incidente no puso en riesgo la seguridad de los vuelos, puesto que seguían funcionando los radares aeroportuarios. Además no se interrumpió el enlace por radio entre los servicios terrestres y los pilotos de los aviones.