Según la demanda, el banco de inversiones Bear Stearns, adquirido al borde de la bancarrota por JPMorgan Chase, engañó a sus inversores de 2005 a 2007, vendiéndoles títulos de valores adosados a créditos hipotecarios insolventes.
Según la fiscalía, el banco desinformaba a sus clientes en cuanto a la calidad de los préstamos. "El acusado ha cometido múltiples actos de fraude y engaño mediante la promoción y venta de estos [títulos] ... en particular, documentos bursátiles y herramientas de mercadotecnia", afirma la demanda, y exige a JPMorgan Chase indemnizar por las pérdidas directas e indirectas.
La demanda contra JPMorgan Chase es la primera acción de este tipo efectuada por el grupo especial de investigaciones formado este enero por Barack Obama para estudiar los delitos de los grandes bancos del país en el comercio de títulos de valores hipotecarios, cometidos en EE.UU. en vísperas de la crisis financiera del 2008.
Según la fiscalía neoyorquina, próximamente demandas semejantes serán incoadas contra otros bancos, aunque no precisó qué entidades se verían afectadas.
JPMorgan Chase, por su parte, ha declarado su intención de impugnar la demanda. “Nos decepciona que el fiscal de Nueva York haya decidido iniciar una acción civil sin siquiera darnos la oportunidad de responder a sus acusaciones, sin recoger sus propias pruebas y basándose en acusaciones recicladas de individuos", dijo un portavoz de JPMorgan Chase.